domingo, 13 de febrero de 2011

Un final...

Pues, básicamente decir que he aprendido muchas cosas.  El proceso de aprendizaje en grupo y con personas diferentes es una experiencia bastante enriquecedora porque nos permite adaptarnos a las diferentes personas y, por tanto, a las diferentes maneras de producir conocimiento para después poder organizarlo en conjunto y así tener un resultado más rico y gratificante. El aprender a trabajar con otras personas hace que reforcemos o desarrollemos la capacidad de adaptarnos a nuevas formas, nuevos compañerxs, y nuevos ritmos de trabajo, teniendo , así, un trabajo y un resultado, quizá a veces no tan uniforme, pero seguro que sí mucho más rico y variado.
Ahora, sobre el proceso de aprendizaje de esta manera, también decir que para poderlo llevar a cabo necesitamos estar motivados todos y todas porque si algunxs dejamos de estarlo esto ya no funciona. Esta sí me parece una tarea complicada. Por ello creo que todo lo que sea motivación y contribuya a ello es muy importante, ya que motivarse no siempre es tan fácil, pero sin embargo sí es muy fácil perder la motivación. Por ello lo de las píldoras me parece genial, pero siempre que se pueda encontrar más motivación todo sea bienvenido. Esta sí me parece una tarea complicada.
Otra cosa que debo mencionar sobre esto es que si bien al parecer a todxs nos gusta muchísimo el aprender de esta manera, siento sujetos activos y trabajando para poder hacerlo, al llevarse a cabo un método de aprendizaje como este se debería tomar en cuenta que no todas las asignaturas están sincronizadas, y que para llevarlo a cabo de mejor manera, y me consta que lo que digo aquí es algo difícil de cumplir por la manera en que está organizada la Universidad, se debería sincronizar con las demás asignaturas. Que todas sean partes de un mismo proceso de este tipo y sincronizadamente sería extraordinario.
Ahora, lo de los proyectos de “Música y realidad social” y “Un libro para compartir” me parecen geniales. En mi caso, Pedagogía del Oprimido me abrió la mente de muchas maneras, y lo bueno de este proyecto es que le puedes contar esto a los demás y así todxs nos enteraremos de más cosas y encontraremos algo que cuente alguien que nos anime a leer otra cosa. Y todo sólo leyendo un libro cada unx.
Finalmente agradecer de nuevo por todo. Esta ha sido una muy buena experiencia, y probablemente a todxs nos dé ideas para seguir desarrollándonos en este camino e innovando en la manera de llevar a cabo la producción de conocimiento. Gracias a todos y a todas por hacer que yo haya aprendido mucho y porque ustedes hayan aprendido también. Gracias Roberto por permitirnos experimentar esto y porque esto sea una puerta a nuevas cosas. Esto no es un final. Esto es el comienzo de un camino diferente de aprendizaje al que todxs contribuiremos a llevar a cabo. Gracias.

viernes, 4 de febrero de 2011

Plusvalía y Capitalismo en "Teoría del Desarrollo Capitalista", de P. Sweezy

El capitalismo convierte el trabajo y la fuerza de trabajo en una mercancía. Siendo M mercancía y D dinero, la relación M-D-M característica del modelo de producción simple deja de funcionar y abre paso al modelo D-M-D en el que el dinero es el principio y el fin y todo se mercantiliza. La diferencia es que el segundo D es cuantitativamente mayor que el primero (pero no cualitativamente), y es ese incremento el equivalente a la plusvalía.
Por tanto, el origen de la plusvalía se da en la mercantilización de la fuerza de trabajo y no en el trabajo en sí, ya que  lo que el capitalismo compra es la capacidad de hacer, es decir, el poder de trabajar pagando por ello  un salario. Así, el valor de la fuerza de trabajo está determinado por el tiempo de trabajo y por la producción que se realiza en ese tiempo, y puesto que la fuerza de trabajo es un producto en sí, su valor corresponde al tiempo y a los medios a aplicados a su producción. La consecuencia de esto es que el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de subsistencia del trabajador, y la plusvalía aparecería cuando se  le otorga al producto de la fuerza de trabajo un valor muy superior al de los costes reales de producción debido a que el número de horas en las que trabaja es muy superior al necesario para cubrir el valor real de lo producido. Así, se abaratan los costes y aumentan los beneficios.
Serían, así, tres los componentes del valor cuya suma da lugar al valor total del producto: Capital constante (C), o el equivalente al coste de materiales más depreciación, que vendrían a ser los materiales y la maquinaria, cuyo valor no sufre alteración cuantitativa en la producción. Otro, el Capital variable (V) o el equivalente al coste de los salarios, representado por la fuerza de trabajo, su valor se reproduce a sí mismo, generando el plusvalor. Y finalmente, la Plusvalía (P) o el equivalente al ingreso disponible para su reutilización. En base a esto, el valor total del producto es el equivalente a las entradas brutas por ventas y la Tasa de Plusvalía (P*) es la proporción de la misma con respecto a (V), o sea: el valor del excedente del trabajo con respecto al trabajo necesario para producir el valor de (C) + (V). Por lo que se infiere que son tres los factores que inciden directamente en la tasa de plusvalía: la jornada de trabajo (la necesaria más la excedente, la cantidad de mercancías que se producen y que son necesarias para cubrir el salario real, y la productividad del trabajo a lo largo de esa jornada. Por lo tanto, las dos primeras determinan el trabajo necesario, contrariamente al trabajo excedente. Para Sweezy, la composición orgánica del capital (O) se encuentra en relación entre (C)  + (V)/(C), mientras que la tasa de ganancia (g) es la proporción de plusvalía con respecto al coste total del capital invertido en la producción (g= P/C + V) en un periodo de tiempo dado, teniendo en cuenta que los costes de los elementos que componen (C) no entregan todo su valor en la producción ya que los materiales son transformables y degradables en menor tiempo que la maquinaria; por lo que la inversión total en un periodo determinado no es igual al capital total empleado en la producción a lo largo del tiempo de existencia, o el tiempo en el que tarda en degradarse, una fábrica o una máquina, por ejemplo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Música y realidad social

PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO

Antes siempre tuve la sensación de que la educación legitimaba algo que nos oprimía todxs. Antes siempre pensé que una de las causas de la desigualdad era la educación, o mejor dicho quizá, la mala educación. Después de leer este libro, nunca estuve más segura de eso.
Probablemente esta no sea más que una recomendación para ustedes, pero en realidad tómenla como una invitación hacia la libertad, porque es eso lo que se siente cuando una se sumerge en esta lectura.
Pedagogía del oprimido es una de las muestras más ricas que nos deja Freire respecto hacia la concienciación en torno a la educación. Es un libro en el que nos muestra como la “educación bancaria”, como él la llama, simplemente legitima y reproduce valores de una estructura social y económica injusta que da el dominio a unos y oprime a otros. Como esa educación convierte en sujetos activos a unos y en meros objetos a otros. Como esa educación oprime a muchos y da capacidades a pocos.
Esa educación, dice Freire, debe ser reemplazada por una pedagogía que libere al oprimido tanto como al opresor, debe ser una educación basada en la experiencia y en el descubrimiento de los seres humanos como sujetos activos y pensantes y no como meros objetos que reproducen una serie de enunciados que desconocen simplemente por no ser parte de su realidad. Esa pedagogía libertaria debe guiar al oprimido por la senda de la liberación, por el camino que le conduce a descubrirse como sujeto actuante y transformador. “Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo, los hombres se liberan en comunión”, diría Paulo Freire.
Los oprimidos deben liberarse para también liberar a sus opresores, deben liberarse para que  sus opresores dejen de ser opresores, para eliminar esa dinámica de opresión y dominación. Muchas veces, dice, y en su mayoría, lo que ocurre es que también los oprimidos han interiorizado la idea de dominación y por lo tanto quizá no crean que exista otra realidad, no la conocen, no la creen posible. Y es este tipo de pensamiento el que ayuda a legitimar la educación bancaria, reproduciendo la idea de que las cosas como están van bien, reproduciendo la idea de que esa educación es la única que puede ayudar a los seres humanos, diciéndoles “yo tengo el conocimiento, tú aprende lo que yo digo”. Pero en realidad esa educación sólo los vuelve objetos oprimidos en la medida de que se encarga de reproducir el status quo ya establecido.
Pedagogía del oprimido es una manera de pensar diferente, de actuar diferente. Es una manera de plantearnos como responder a esa estructura y como liberarnos mediante el conocimiento. Es una invitación a la transformación de la educación y de la forma de pensar, una invitación a romper con aquello que no nos deja ser sujetos actuantes productores de ideas y productores de liberación. Es un paso adelante en una camino muy largo aún pero nunca inalcanzable.