viernes, 4 de febrero de 2011

Plusvalía y Capitalismo en "Teoría del Desarrollo Capitalista", de P. Sweezy

El capitalismo convierte el trabajo y la fuerza de trabajo en una mercancía. Siendo M mercancía y D dinero, la relación M-D-M característica del modelo de producción simple deja de funcionar y abre paso al modelo D-M-D en el que el dinero es el principio y el fin y todo se mercantiliza. La diferencia es que el segundo D es cuantitativamente mayor que el primero (pero no cualitativamente), y es ese incremento el equivalente a la plusvalía.
Por tanto, el origen de la plusvalía se da en la mercantilización de la fuerza de trabajo y no en el trabajo en sí, ya que  lo que el capitalismo compra es la capacidad de hacer, es decir, el poder de trabajar pagando por ello  un salario. Así, el valor de la fuerza de trabajo está determinado por el tiempo de trabajo y por la producción que se realiza en ese tiempo, y puesto que la fuerza de trabajo es un producto en sí, su valor corresponde al tiempo y a los medios a aplicados a su producción. La consecuencia de esto es que el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de subsistencia del trabajador, y la plusvalía aparecería cuando se  le otorga al producto de la fuerza de trabajo un valor muy superior al de los costes reales de producción debido a que el número de horas en las que trabaja es muy superior al necesario para cubrir el valor real de lo producido. Así, se abaratan los costes y aumentan los beneficios.
Serían, así, tres los componentes del valor cuya suma da lugar al valor total del producto: Capital constante (C), o el equivalente al coste de materiales más depreciación, que vendrían a ser los materiales y la maquinaria, cuyo valor no sufre alteración cuantitativa en la producción. Otro, el Capital variable (V) o el equivalente al coste de los salarios, representado por la fuerza de trabajo, su valor se reproduce a sí mismo, generando el plusvalor. Y finalmente, la Plusvalía (P) o el equivalente al ingreso disponible para su reutilización. En base a esto, el valor total del producto es el equivalente a las entradas brutas por ventas y la Tasa de Plusvalía (P*) es la proporción de la misma con respecto a (V), o sea: el valor del excedente del trabajo con respecto al trabajo necesario para producir el valor de (C) + (V). Por lo que se infiere que son tres los factores que inciden directamente en la tasa de plusvalía: la jornada de trabajo (la necesaria más la excedente, la cantidad de mercancías que se producen y que son necesarias para cubrir el salario real, y la productividad del trabajo a lo largo de esa jornada. Por lo tanto, las dos primeras determinan el trabajo necesario, contrariamente al trabajo excedente. Para Sweezy, la composición orgánica del capital (O) se encuentra en relación entre (C)  + (V)/(C), mientras que la tasa de ganancia (g) es la proporción de plusvalía con respecto al coste total del capital invertido en la producción (g= P/C + V) en un periodo de tiempo dado, teniendo en cuenta que los costes de los elementos que componen (C) no entregan todo su valor en la producción ya que los materiales son transformables y degradables en menor tiempo que la maquinaria; por lo que la inversión total en un periodo determinado no es igual al capital total empleado en la producción a lo largo del tiempo de existencia, o el tiempo en el que tarda en degradarse, una fábrica o una máquina, por ejemplo.

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